domingo, 21 de diciembre de 2008

Solo quería ser niña (Parte dos).


Siguiendo con la historia del Lobo feroz:
La pequeña niña tenía mucho miedo, tanto que no podía pronunciar palabra, lo cual hacía mucho mas fácil el plan del lobo para mantenerla en silencio. El lobo atemorizaba a la pequeña diciéndole que si contaba algo a otra persona, el iría furioso a comerse a sus padres, hermanos y hasta a su mascota y que se la llevaría a otro bosque muy lejano donde jamás nadie la volvería a encontrar y que las cosas que tanto le hacían doler las sentiría todos los días y a cada rato si el se enteraba que alguien sabía. La niña ya no podía entender nada, no sabía por que sus padres la habían dejado en ese bosque tan peligroso y por que la dejaron en manos de ese lobo que le hacía cada vez más daño.
Almendra no había sentido jamás un dolor así, solo recordaba haber tenido caídas como todos los niños y que su papá curaba en el momento cuando estas sucedían. Tampoco nadie jamás la había golpeado ni castigado de esa forma tan brutal.
La niña no sabía por que le dolía tanto ahí abajo, no sabía por que le ardía de esa forma y por que se le acaba el aire cuando el lobo la presionaba tan fuerte con sus sucias manos, las mismas que usaba para tapar la pequeña boca de Almendra que de tanto dolor lloraba desconsoladamente sin que nadie la escuchara. ¿Porqué sus padres no le quitaron ese dolor?, ¿Porqué dejaban que el lobo la lastimara una y otra vez?. Estás preguntas ya tienen respuesta. Pero solo ahora me atrevo a pronunciarlas... Ellos lo permitieron por que estaban tan encerrados en su propio mundo que se olvidaron que por su egoísmo su pequeña niña de tan solo 5 años estaba inserta en un cuento, el más cruel de todos ya que no es fantasía y lo viven diariamente millones de niños y niñas de todo el mundo que les quiebran la inocencia, les roban sueños y los dejan sin poder ser niños, llevando a cuestas el miedo, la soledad, la tristeza, el dolor y el silencio.

Sólo quería ser niña


Sentí miedo y dolor , no sabía que era llorar de dolor y de miedo, hasta que lo descubrí de la peor manera a los 5 años de edad.
Algunas personas piensan que a los 5 años no puedes acordarte casi de nada, pero puedo asegurar que de sucesos traumáticos uno puede acordarse y mucho. Es un dolor tan grande, es un miedo inmenso, es no entender que es lo que está pasando, es llamar después de un golpe a gritos silenciosos a tus padres los que tal vez sin darse cuenta te dejaron al medio de un bosque en el que andaba suelto y hambriento un lobo feroz, que te eligió como presa fácil, pero no con la intención de comerte y terminar con tu vida, si no que con las ganas de tenerte para el cuando deseara entretenerse un poco o saciar su apetito cuando el quisiera. Hablo de presa fácil ya que en ese bosque no existían guardabosques ni cazadores y el lobo feroz podía llenar de miedo y hacer sufrir a su pequeña presa que al primer intento de defenderse solo recibía golpes y las mismas palabras amenazantes de siempre " Te callas y aguantas".